El miércoles pasado retomé las clases de oposición para la nueva convocatoria del Cuerpo de Tramitación y Auxilio en Justicia. Al llegar al aula me sentí con ganas e ilusión para aprender de nuevo con las leyes, más que nada porque ya me conoce uno de los profes (muy bueno, por cierto) y porque ya éste es el segundo año en la academia y le voy sacando más jugo a la clase. Pues nada, el caso es que me vine a casa empapada por la lluvia pero contenta y satisfecha por poder seguir luchando en el camino de la oposición. Y aunque era consciente de la difícil situación que tengo y de que no dispongo de tanto tiempo fisico y psicológico, tenía muchas fuerzas que no sé de dónde cogí en ese momento.
A medida que pasan los días me doy cuenta de que me puede el cansancio y me agotan a veces la pena y otros desordenes familiares de los que no ahora no quiero hablar. Además, esta mañana me encontraba fatal de ánimos y muy débil, no me sentía con fuerzas de nada, mi cuerpo estaba diciendo que parara, que este ritmo no lo podía aguantar, después de un puente con problemas y angustias de los que no me puedo desligar y de un "no parar" que me va haciendo mella. Tan solo el domingo pudimos ir a Cadalso a comer en familia con mis suegros y me vine comidita por dentro de dolor por mi madre, y es que a veces es muy difícil desconectar cuando veo que mi madre no mejora.
Esta tarde me la he tomado libre, y cuando digo libre es que no haré visitas ni llamaré por teléfono hasta mañana, por mi bien, por mi estado mental y físico, necesito un poco de tiempo para poder leer el libro que me compré o para repasar artículos de las leyes que necesito memorizar para los ejercicios de la oposición. No he parado ni un momento para hacer cosas que me agraden a mí, no aguanto más... me voy ahora a organizar y mirar los apuntes que mañana tengo otro día largo de academia. Se me está haciendo cuesta arriba pero no quiero rendirme. Tengo que dar a los demás pero también me debo tiempo a mí.
A medida que pasan los días me doy cuenta de que me puede el cansancio y me agotan a veces la pena y otros desordenes familiares de los que no ahora no quiero hablar. Además, esta mañana me encontraba fatal de ánimos y muy débil, no me sentía con fuerzas de nada, mi cuerpo estaba diciendo que parara, que este ritmo no lo podía aguantar, después de un puente con problemas y angustias de los que no me puedo desligar y de un "no parar" que me va haciendo mella. Tan solo el domingo pudimos ir a Cadalso a comer en familia con mis suegros y me vine comidita por dentro de dolor por mi madre, y es que a veces es muy difícil desconectar cuando veo que mi madre no mejora.
Esta tarde me la he tomado libre, y cuando digo libre es que no haré visitas ni llamaré por teléfono hasta mañana, por mi bien, por mi estado mental y físico, necesito un poco de tiempo para poder leer el libro que me compré o para repasar artículos de las leyes que necesito memorizar para los ejercicios de la oposición. No he parado ni un momento para hacer cosas que me agraden a mí, no aguanto más... me voy ahora a organizar y mirar los apuntes que mañana tengo otro día largo de academia. Se me está haciendo cuesta arriba pero no quiero rendirme. Tengo que dar a los demás pero también me debo tiempo a mí.