miércoles, 19 de diciembre de 2012

NADANDO COMO UN PERRILLO

Ayer tuve mi primera ecografía, la del primer trimestre. Tengo que decir que me tocó la ginecóloga borde, o eso es lo que pasa en la Seguridad Social, no lo sé. Mi chico y yo íbamos muy ilusionados pensando que nos iban a enseñar a nuestra "gambita" un ratito y decirnos amablemente las partes del bebé y sus movimientos. Yo os cuento mi experiencia. Estuve media hora larga sola con la ecógrafa, ella sólo decía medidas y parámetros que una enfermera apuntaba, claro yo no veía nada, sólo escuchaba de vez en cuando el latido del corazón, y tengo que reconocer que me puse un poco nerviosa, no sabes si la cosa está bien o no, no te cuentan nada hasta el final y de forma muy seria y seca, se me hizo eterno, no es lo que me habían contado otras mamás por su experiencia.

Después de que la mujer terminara su trabajo, llamó a mi chico para que lo viera, fueron unos segundos en los que pude oír a su papi decir: "¡anda, si está moviendo las manos, nadando como un perrillo!", fueron unas palabras tan tiernas que eso ya me relajó un poco y ya pude mirar yo también al monitor, para mi sorpresa de que la mujer tenía tanta prisa por irse que nos dejo muy poco tiempo y le ví cinco segundos.

Gracias a que me dijeron que todo estaba bien, y me citaron para la próxima eco ya me quedé más tranquila. En casa, cuando ví las fotos de esa personita, con esa cabecita, y ese cuerpecito, me entró una cosa, que no podía dejar de mirarlas, me tiene enamorada, enganchada, no sé que pasará el día que le vea la carita y le tenga en mis brazos, no se puede explicar este sentimiento, es para vivirlo, es un milagro.