miércoles, 27 de enero de 2010

UNA BELLA MUJER

Este domingo fui a verla. Me resultataba tan familiar esa forma que tuvo de mirarme que enseguida me sentí como uno de sus encantadores nietos. A pesar de su delicada salud tenía un fuerte corazón y una sensibilidad especial hacia los demás. Lo que me sorprendió cuando llegué al hospital es que sin casi poder hablar, por el agotamiento de los efectos de la morfina, me preguntó que cómo estaba yo, y, aún sabiendo que siempre me preguntaba por cómo me sentía por lo que le ocurrió a mi madre, me dió mucha lástima saber que le quedaban días de vida.

Ella pidió irse a su casa, a buscar esa paz que supongo que uno necesita para irse sosegado y con todo el cariño de sus hijos, nietos, nueras, yernos... Y una vez allí, ya en contacto con su hogar, algo tan familiar y que da tranquilidad, encajando toda una vida de alegrías y tristezas, llegó el momento de iniciar otra vida en un plano espiritual.

No he podido ir al tanatorio, ni a su incineración. Es demasiado dolor el que tengo por la pérdida de mi madre y no necesitaba revivir algo de lo que tengo muy mal recuerdo. Pero lo que puedo decir es que la siento muy cercana, para mi ha sido como mi tercera abuela. Siempre tan cariñosa como son todas abuelas que quieren y están orgullosas de sus nietos.

El último recuerdo que tengo de ella fue el día de Reyes. Comimos en casa de mis suegros con ocasión del cumpleaños de mi marido. Ya estaba débil y dolorida pero sacó varias sonrisas en el momento de comer el roscón, cuando nos dimos cuenta de que había más de una sorpresa dentro del mismo, debido a las monedas que introdujo mi suegro. Lo grande está muchas veces en los pequeños momentos vividos con las personas que queremos.

Por último quiero decir que cada mañana la recuerdo al tomar el desayuno. Me aconsejó que tomar miel con el café es mejor que el azúcar y me dijo que ella lo hacía de esa manera a diario.
-Así lo hago, abuelita, de tu sabio consejo he hecho un hábito que me viene fenomenal-.

Gracias por dejar tu amor y esa familia tan maravillosa.

domingo, 24 de enero de 2010

FELICIDADES CON EL CORAZÓN

Buenos días mamá,

Te voy a dejar hoy, que es tu cumpleaños, la letra de una canción que cada vez que la escucho llega a lo más profundo de mi sentimiento hacia tí,

Ya no hay primavera
las flores se han ido
y las mariposas
se mueren de frío

Y por más que me acuerde de ti
y que esconda esta pena
en un pliegue del sol
me encadena
a tu recuerdo la vida entera

Y por más que me olvide de ti
pa´evitar que me duela
te llevaste del mundo y de mi
todas las primaveras

Ya no hay primavera
las flores se han ido
y las mariposas
se mueren de frío

Ya no hay primavera
ni siento cobijo
me queda el otoño
cayendo conmigo

Que tu amor me salpique de ti
que tu amor me proteja
que se vuelva canción mi condena
que no me sueltes
cuando me pierda

Que la vida me ayude a seguir
cuando baile la pena
y que puedas volver a venir
con cualquier primavera

Ya no hay primavera
las flores se han ido
y las mariposas
se mueren de frío

Ya no hay primavera
ni siento cobijo
me queda el otoño
cayendo conmigo.

Para siempre contigo, te siento cada día muy cerca y te agradezco lo que sigues haciendo por mí desde donde quiera que estés.

Un abrazo de tu niña.